MIRADOR DE LA CELESTINA_
LA CATEDRAL Y UN POEMA DE ESTACIONES Y SILUETAS
Cuando buscamos las siluetas de la Catedral, colocamos nuestros ojos entre su perspectiva más vegetal. Es una visión transitoria, cambiante en el año. El otoño e invierno desvela, retira el velo de parte del arbolado que, al perder las hojas de sus copas, da lugar a una visibilidad donde las ramas generan una celosía para acceder a las formas de la Cúpula y Torre. En este periodo, los pináculos clavan sus alfileres en el azul, compiten en perpendicularidad con los cipreses y el verde se refugia entre olivos, palmeras y laureles. La arquitectura de los troncos y copas, desposeídos de la hojarasca, mezcla sus formas con las del templo, se convierte la imagen en una confluencia de líneas.
La primavera y el verano dan relevo a las formas geométricas, el verde que cubre los tilos y castaños de Indias, aporta una estética armónica y caótica a la vez. La umbría protege con su frescor los cuerpos de los viajeros y vecinos, hace de los momentos de la observación unos instantes más gratos. El verdor entra en la percepción del paisaje, aporta sus aromas, completa la visión. Hay cantos escondidos, de mirlos y verdecillos. El recuerdo del momento adquiere cierta sinestesia.
Ubicación_
Huerto de Calixto y Melibea
Acceso_
Acceso libre
Horario_
Todos los días desde 10 h. hasta la puesta del sol
Punto selfie_
Sí
VISTAS DEL MIRADOR DE LA CELESTINA_
El Mirador toma su nombre del Huerto en el que se aloja, un jardín románico diseñado bajo la ambientación de la obra La Celestina, de Fernando de Rojas.
Al mirar desde el muro al exterior vemos, a la izquierda, el lienzo de la muralla que se pierde hacia la antigua Iglesia de San Polo y la Iglesia del Carmen de Abajo. Frente a nosotros el Paseo del Rector Esperabé y a la derecha, entre cipreses y cedros, el perfil de vidrieras y forjas curvilíneas del Museo Art Nouveau y Art Déco Casa Lis.
VISTAS DEL MIRADOR DE LA CELESTINA_
El Mirador toma su nombre del Huerto en el que se aloja, un jardín románico diseñado bajo la ambientación de la obra La Celestina, de Fernando de Rojas.
Al mirar desde el muro al exterior vemos, a la izquierda, el lienzo de la muralla que se pierde hacia la antigua Iglesia de San Polo y la Iglesia del Carmen de Abajo. Frente a nosotros el Paseo del Rector Esperabé y a la derecha, entre cipreses y cedros, el perfil de vidrieras y forjas curvilíneas del Museo Art Nouveau y Art Déco Casa Lis.
Experiencia sonora_
Para acompañar el disfrute de la Ruta de los Miradores, te ofrecemos otra perspectiva, esta vez sonora. Te invitamos a escuchar las canciones de nuestro cantautor Gabriel Calvo, enriqueciendo así tu experiencia con melodías que capturan la esencia de nuestra ciudad.
PLAN DE SOSTENIBILIDAD TURÍSTICA DE SALAMANCA